Escribo porque me gasté mi primer sueldo en libros y mi madre me dijo furiosa no hay comida come tus libros. Escribo porque tengo muchos hijos en revistas y hojas fotocopiadas que arrugadas se esconden en algunos archivos amigos. Escribo para que cuando ya no exista esto que están leyendo se quede junto a mis versos invadiendo las casas como mala hierba. Escribo a veces con rabia, a veces con calma, a veces con llanto, a veces con risa. A veces no escribo nada pero dibujo un hueco enorme donde cuelgo como una rosa mis manos y mis ojos se llenan de olas, estrellas, arena, animales y palabras. Escribo desde mi condición de profesor de universidad tercermundista porque algo tengo que hacer para soportar la vida con un sueldo que no alcanza ni para comprar un libro nuevo en esas librerías lujosas. Escribo como se escribe el cuerpo de uno en otro cuerpo. Escribo porque pude comprarme un libro de segunda mano en una librería de viejo con mis propinas y ahí cambió mi vida. Escribo quizás con la misma sinceridad con que hablo y me comporto, actitud nefasta que a muchos les incomoda. Escribo por tengo un camino que aún me permite transitar como un diablo jugetón. Escribo por que me han dicho que un verso mío se ha vuelto inmortal y de antología porque nadie lo ha leído. Escribo porque no pude ser pintor, trovador, científico y a la vez amante. Escribo por la sencilla razón de expresarme. Escribo y enseño literatura porque nunca aprendí matemáticas. Espero seguir escribiendo, así no figure en las antologías de poesía peruana que promocionan las voces visibles de la poesía peruana. Escribo por siempre quise ganar un premio literario. Escribo para que me entrevisten en el periódico. Escribo para terminar de decir aquello que dice el corazón cuando ama de veras. Escribo con todo y con nada. Escribo lo que puedo decir y no decir. Escribo porque a veces me veo solitario. Escribo porque mi hijo cree que soy importante. Escribo porque no me gusta ser burócrata, ni político en busca de puesto público. Escribo porque creo que alguien me escucha, al menos las orejas verdes del jacaranda que me oye absorto en las noches al pie de mi ventana. Escribo por que no puedo ser dueño de un banco, ni menos ser comerciante. Podría seguir hasta el infinito en esto de escribir como escribano. Escribir es la historia sin fin ni comienzo esto de la poesía. Arte o grabado. Arquitectura o música. Esto de cómo escribir y qué puede dar de comer o matarte de hambre. Pero escribir se lo agradezco infinitamente a mis padres que hasta hoy no saben si existo. Por todo, algo tengo que escribir para seguir pensándome vivo o saber que puedo estar al medio de otros que navegan en la pecera de las calles negras de esta carnavalesca ciudad. En fin escrito está en esta página el cielo divino de mis palabras. Escribir, escritura, escribano.
lunes, abril 26, 2010
jueves, abril 15, 2010
DEL FANTASMA DE ESTACION 32 A LETRA EN LLAMAS
(Una historia fragmentada de grupos literarios en la Cantuta)
Uno llega a Chosica y se da con la cara del viejo sol que arde como una rosa amarilla y uno recuerda las rosas amarillas y ardientes de color de Van Gogh creciendo a los pies de los cerros marrones que aprisionan la franja urbana de esta ciudad yunga. Uno baja en el puente caracol y cruza lo que queda del majestuoso Río Rímac sentado en una destartalada moto azul. Uno mira el hilo de agua sucia que de a poco va besando las podridas y antiguas piedras. Cruzas en una moto azul o roja que zangolotea como un sapo mecánico y los peces muertos del río hablador se te pega en la lengua y musitas lentamente la muerte del río. El camino parece cotidiano pero las exuberantes buganvillas blancas, naranjas, rojas, moradas te llenan el ojo de color y te hacen olvidar la muerte del río y tu pena se hace mierda. Estas en la puerta de la Universidad Nacional de Educación La Cantuta. Escuchas un fantasmal grupo de voces y arengas que te llenan el cuerpo y crees que nada ha cambiado desde los años 80 en esta Casa de Estudios. La protesta es cotidiana pidiendo no pagar ni un sol por “estudiar” por que la educación debe ser gratuita. Me limpio el corazón y sabes que dentro del campus y bajo esos árboles que lloran flores amarillas la poesía se abre las venas junto a la acción corporizada de un minúsculo grupo de estudiantes que siempre protesta hasta de aire que se respira. Pero mejor hablamos de poesía y se escribe en el aire : “… Y TE ESPERA UN BOSQUE DE LETRA EN LLAMAS. Ese simple hecho tan hermoso te hace bailar el corazón como una bicicleta de palabras. Ahí, están los jóvenes estudiantes que apuestan por la poesía con su juventud radiante, con sus desafiantes cerebros. Armados con sus lecturas con las cuales han asesinado a algunos “maestros”. Ahí, están bajo “el mar engaviotado” con su “aprendizaje disparando en la oscuridad de remolinos y leyendas” Con su “polen virgen” con su “ascenso horizontal“ sin poses baratas ni actuaciones de payasos poéticos que abundan el Lima. Ahí, están desde hace años mirando la vida desde la literatura. Quienes o quien les habrá (n) envenenado el (sus) alma (s) para creer que con el arte se puede cambiar la vida. Pero ellos están convencidos que su accionar es su carta de presentación por eso los saludo con un abrazo fraterno y con un vaso de vino. Espero se armen de valor para crecer con los años. Antes que ellos, el puente literario cantuteño fue construido desde la mítica revista estudiantil Diásfora donde publicaron sus textos iníciales Antonio Gálvez Ronceros, Algemiro Pérez Contreras. O tal vez, mencionar otros grupos con sus revistas así el recuerdo se hace lista que me lleva a registrarlos: Expresión, Alma matinal, Talcomachay hasta llegar a los poetas de EyaqLación más tarde Abraxas allá por los 80. Ya más tarde en los 90 se formó el colectivo fantasma poético grupal de Estación 32. Las FazdeEvas y en el 2000 otras poetas que se han perdido en el tiempo. Mención a parte son las revistas: Cantuta, Armario, Qollana y la nueva tribuna de Sol de Ciegos. Los poetas actuales son jóvenes y esto los llena de luz permanente están partiendo del dosmilocho hasta el infinito. Ellos son los soñadores, ellos “ son un golpe violento en el mar ” la “música que dios soñó para hacer poesía” ellos saben “que siempre tendrán justificaciones para la alegría y no para la tristeza” por eso “el rumor de sus aguas se confunde con los viejos árboles del bosque cantuteño” nacen con “oídos verdes” con boca azul y con un amor eterno a la literatura. Por todo ello: Health young extensive life in poetry. Ojo que también por ahí calientan la poesía las jóvenes del Eje del Kaos.
miércoles, abril 07, 2010
OJOS MÁGICOS DEL PERÚ
Ojos mágicos del Perú. (Mitos, cuentos, tradiciones y leyendas de Huancavelica, Junín, Ucayali, Cajamarca, Ica, Ancash, Lima, Ayacucho, Cerro de Pasco) Editorial Universitaria. UNE, 2010. Selección y estudio crítico de Luis Morón Hernández. Libro colectivo de recopilación oral que a lo largo de sus 219 páginas nos entrega una variopinta muestra de relatos de diversas regiones de nuestro país. Texto gestado a partir de una propuesta pedagógica de teoría y trabajo de campo (como logro objetivo de la asignatura: Seminario de Literatura oral dictada por el responsable de la edición del libro que comentamos). Ojos mágicos reune más de 80 relatos cada uno como una muestra del rico imaginario cultural de nuestra literatura oral. Humor, historia, mítica y gracia en las historias caracterizan a este significativo aporte colectivo. Desde aquí, felicitaciones al profesor Luis Morón y de manera especial a los siguientes jóvenes hoy profesores en ejercicio: Angie Orellana, Rocío Quilca, Hernán Maguiña,Teresa Tapullima, Elcer Tello, Iris Alor, Lucy Arias, Gregorio Palacios, Jessica Blas, Gaby Ventura; Nelsón Mateo, Ulises Ventura, Juana Sulca, Diana arroyo, Jeancarlo García, Diana Rojas, Norma Auise, Helen Soria y Jeune Nina.
jueves, abril 01, 2010
MATANDO SERPIENTES
Matando serpientes (Editorial Universitaria, 2010 UNE- Cantuta) de Prospero Gamarra Gómez. Es un libro que muestra una diversidad de relatos cuya temática se centra en la imagen de las serpientes vista como animal simbólico, mágico. Una primera parte, muestra la apuesta de escritura del autor con relatos que refieren lo anecdótico dentro de una referencialidad regional (La zona de Marca- Huaraz) una forma de vínculo con la tierra, el recuerdo infantil, las creencias y la naturaleza. La segunda parte es quizás la más significativa por la seria compilación sobre el tema que ha realizado el autor donde podemos leer cuentos de: José María Arguedas, Luis E. Valcárcel, Cronwel Jara, Ciro Alegría etc. Después de la lectura de este breve libro que nos motiva el presente post felicitaciones a su autor por su perseverancia y fe en la literatura.