Gracias a la labor constante y delirante del poeta José Luis Ayala pude leer y "conocer" a un poeta extraño vinculado a la gran vanguardia puneña que fue Alberto mostajo. El libro editado por Arteidea Grupo Editorial (2009) y dirigida por el poeta Jorge Luis Roncal nos da la oportunidad de hallar la poesía delirante y metafísica de Mostajo. José Luis Ayala recurriendo a las entrevistas, a la investigación, la búsqueda de documentos, presentación de iconografías nos traza la biografía y la forma agónica de "vida" de este poeta. Nos enteramos de su reclusión por varios años (48 años de agonía de la lucidez encerrado en las salas oscuras del Victor Larco Herrera) encerraron al poeta pero no a su poesía. Alfredo Mostajo Riquelme no sólo resulta un ave extraña en la poesía vanguardista del Perú, sino también es un "raro poeta" fuera de marcas que lo vinculen con el Movimiento Poético Orkopata a pesar que tuvo algunas relaciones con ellos. Mostajo sólo dejó dos breves libros: Cosmos hacia 1925 y Canción infinita hacia 1928. Después vino el forzado silencio. Hoy gracias a Ayala tenemos la oportunidad de "leer a un poeta" de una poesía personalísima que debe ser considerado como un poeta importante no sólo por los poetas amantes de la buena poesía sino también por nuestros "estudiosos de la poesía peruana". A leer a Mostajo: la pluma está en mi mano/ para escribir la palabra apetecible.../ !mi boca para cantar la canción pura!
lunes, marzo 28, 2011
LA TORTUGA ECUESTRE SIGUE CAMINANDO
Llegó a mis manos dos números de La Tortuga Ecuestre números 311 y 312 (marzo y abril del 2011 respectivamente) una revista histórica de poesía que sigue transitando con brios dando muestra cotidiana de nuestra poesía peruana. Gustavo Armijos su director no ceja en su pasión como editor. En el número 311 hallamos el sesudo estudio crítico realizado por el poeta Juan Paredes Carbonlell de la poesía de otro poeta norteño: Bethoven Medina bajo el título de: "El caoticismo semántico en la poesía de Bethoven Medina". En el número 312 se concentra en presentar la poesia de Orlando Ordoñez Santos. Larga vida a la Tortuga y al poeta Gustavo parabienes por seguir regalándonos tortugas poéticas.
lunes, marzo 14, 2011
CESAR TORO MONTALVO Y ASTRONOMIA
César Toro Montalvo reune a una buena cantidad de poetas para celebrar en grande sus cuarenta años dedicados a la poesía. Una buena oportunidad para escuchar los diversos tonos y voces de los poetas invitados. La cita es el Martes 15 de marzo en el Club de la Unión (Plaza de Armas) a las 7.00 p.m. Se presentará además su libro Astronomía un extenso trabajo que recupera a un poeta importante de la llamada generación del 70. Ahí nos vemos,
POESIA EN ROCK UNA HISTORIA ORAL DE LA POESIA PERUANA
“No hemos pretendido hacer una crónica de la poesía peruana de los setenta en adelante. Esa es una deuda que dejamos a otros investigadores y académicos. Nuestro interés se concentra únicamente en los poetas que rockean, entendido esto como un conjunto de autores que adoptaron ciertas formas poéticas, una actitud y una temática, y que se amalgamaron en un período singular y más o menos delimitado” (págs. 36, 37) así señalan con contundencia Carlos Torres Rotondo y José Carlos Yrigoyen en la introducción a su “novedoso” libro: Poesía en Rock (Una historia oral. Perú 1966-1991) Ediciones Altazor, 2010. 324 pp. Si bien el propósito no es trazar una historia de la poesía peruana ésta se va configurando a partir de la “memoria oral” de los entrevistados por los autores del texto que estamos comentando. Los protagonistas poetas, hombres con lucidez plena recurren al recuerdo para ir armando un rompecabezas de la cultura literaria de nuestro país. Ya Jorge Pimentel, Tulio Mora, Roger Santivañez, Eloy Jáuregui, José Rosas Ribeyro, Domingo de Ramos, Bruno Mendizabal, Enrique Sánchez Hernani, Oscar Málaga, Mariella Dreyfus cada uno va mostrando la historia individual de su accionar como poetas en la década del 60 hasta los 90. La memoria y la palabra van trazando esa “historia personal” frente al hecho poético. Su formación, sus lecturas, su fascinación por el Rock. No se escapa nada que no debe ser contada con la carga de epicidad vivida esos años. Van desfilando grupos poéticos como: La Sagrada familia, Hora Zero, Línea Eter, Kloaca que son desnudados con la palabra y nos vamos enterando los lectores de esa “explosiva manera de asumir el fuego de la poesía”. Se citan poetas varios, se recuerdan acciones personales de grandes poetas mito como Juan Ojeda, Césareo Martínez,
Enrique Chirinos Cúneo, Luis Hernández, Juan Ramírez Ruiz etc. A la vez, que se rescata la imagen de varios poetas hasta hoy olvidados por los “académicos” gestores de antojolías poéticas. En el libro se va organizando con un criterio conversacional la historia viva de nuestra poesía peruana. Para guiar nuestra lectura se muestra una ruta que equivale a la estructura del libro que señalamos: a) La primera visión y el primer estruendo, b) estación reunida, c) hora zero, d) la sagrada familia-Kloaca-Outsiders, e) nota de febrero de 2010, f) Antología de la poesía peruana en rock. Estamos ante un libro peculiar que no sólo da la palabra a los poetas que configuraron una época brillante de nuestra poesía peruana sino que a la vez, los autores de este elogioso y recomendable libro enjuician con crudeza el accionar de la última movida poética que algunos han dado en llamar la generación del 90 así dicen: “ los grupos poéticos que se comenzaron a gestar entre 1990 y 1992 ya no podían ser tomados en serio por nadie. Desprovistos de una propuesta estética medianamente propia, formados –y hasta liderados- en su mayoría por personajes sin mayor mérito literario, estos colectivos se asemejaban a las folklóricas listas independientes que por entonces se presentaban por decenas a las elecciones para el Congreso Constituyente. (…) Estos proyectos colectivos –suerte de panderos para conseguir un lote en el Parnaso, así sea mediante el desesperado método de la invasión- se volvieron, como casi todo en esos años egoístas, simples circos caníbales de retórica vintage.” (págs.. 247-248) Juicio certero que debe impulsar a muchos jóvenes poetas a “estudiar” la tradición poética para entenderla y posteriormente enjuiciarla o convertirse en parricidas de ese letrifundio que nos invade y nos atosiga con padrinazgos y mecenazgos que nos dejan ver el cuerpo real de la poesía peruana.