lunes, julio 01, 2013

FIRMIN DE SAM SAVAGE

X: Melquiades

Firmin ( Barcelona, Editorial Seix Barral 2006) es una novela recomendable, de lectura rápida y atrapante. Su lectura te deja con el extraño deseo de comerte un par de libros. Uno que consideres de los mejores que has leído y otro de los que están demás en tu biblioteca, para que pellizques aunque sea una partecita de su contenido y zambullírtelo en la boca como “pan con mantequilla” en el desayuno. Sentirás el sabor más dulcísimo (riquísimo) que haya experimentado tu paladar, o por el contrario terminarás vomitando tinta y poco talento, por su sabor soso. Firmin, condicionado por su ignorante y ruda familia, es una rata desafortunada que intenta buscar su destino. Llega a las lecturas de una manera muy peculiar para el hombre, pero única para las ratas: “devorando libros”. Su hogar fue siempre una librería, nació y se crío –literalmente hablando- sobre el Ulysses de Joyce. Su capacidad intelectual se nutrió a base de lecturas y enseñanzas de sus dos maestros – y también amores-, Jerry Magoon y Norman Shine. Firmin encuentra en sus platillos el amor a la literatura. Intenta ser un poeta, un escritor y comunicador, algo que no puede por su físico, o como él prefiere llamarlo por esa “mascara que me impide sobresalir”. Firmin sin darse cuenta abandona ese cuerpo que le impedía ser un gran escritor, y concluye una grandiosa novela – su autobiografía. Sin más que decir, Firmin conserva la esencia de un crítico literario – leído, rudo y censor de lo bien logrado- logrando de su vida una genial novela que nos enseña de manera alegórica, el punto de vista de alguien,  que siempre intenta aspirar a ser lo mejor un hombre cultileído.

  

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