La poesía de José María Arguedas es uno de los espacios que aún no ha sido estudiado a cabalidad. Muchos estudiosos han asediado más la obra narrativa. En este línea de investigación sobre la poesía de José María recordamos el trabajo pionero de Miguel Ángel Huamán en su libro Poesía y utopía andina DESCO, 1988. Un libro que se asediaba la poesía quechua arguediana en el contexto del pensamiento andino y sus implicancias milenaristas y de resistencia cultural. Esperamos otros trabajos sobre la valiosa poesía de Arguedas especialmente lecturas desde el “hervor” del pensamiento migrante. Para colaborar en algo doy a conocer un par de poemas de José María Arguedas publicadas por el recordado Paco Carrillo en su emblemática revista de literatura Harawi. Dichos textos salieron editados el número 3 de esa revista fechada en abril de 1964. Ambos textos presentan la escritura en quechua y su traducción. Así mismo, se señala que tanto la canción y el Harawi figuran en Todas las Sangres que aparecerá a fines del presente año. Aquí un rescate poético para los interesados en la poesía de José María.
CANCIÓN
Maytan rinki ñansa urpi
Maytan rinki, tutañatak;
Chiri chakichaykita k’askoypi
Taniykaychiy,
Sonk’oypiñatak saykusk’a raprachaykita.
Yawarnicyta upyay, ñansay urpi
Wik’illayta upyachaykuy
Chakichaykopa chirin k’oñiyka
Chank’a, raurasparak’,
Tukuy saykuy samarink ‘a.
Kutipunki, urpillay, umac’ llaña.
Manchay ork’okunta, k’ochata
Kaqarispa
Mana atik ñawichayki makiypi
Sak’ ewanki
Kancharikl, ñawiyta ñawiykipi apakunki.
Tutuyaypi K’an yayku K’
K’epaykusak’
Maykamarak’ kusisk ‘a Inti hina
Maskask’ ayki,tampi,tampi.
¿Adonde vas, paloma ciega,
Adonde vas si es ya la noche?
Pon tus fríos pies en mi pecho.
Tus alas descansan sobre el latido del corazón.
Bebe mi sangre, paloma ciega
Bebe mis lágrimas
El hielo de tus pies se hará fuego,
Tu cansancio acabará
Volarás dulce, tranquila,
Por montes y lagos, mirando
Tus ojos ciegos en mi mano
Quedarán
Mis ojos llevarás en los tuyos
Yo quedaré a oscuras,
A tientas, siguiendo tu vida
Nunca mas feliz que en la luz.
HARAWI
Yau Gestrudis
Sonk’ochallay sonk‘o,
ñavi ruruy
Diospa yawarnin
Diospa unanchan,
Diospa simin
Diospa heridan
Manan ñrusachu kani.
Auk’aykikuman
K’atisiawanku
Yana puyus llak tayta pakaykun,
Chiririnkas iglesia punkukki
Raprayan
Llok’llas kachaykakamun,
All’kos anyarin, llapan
Plasaykupi
Manan ñausachu kani
ayk emusianin, mamay
kayk’aya yawar wek’ayki
puririsianña
tukuy auk akunata
mancharichispa,
ek’epachispa
¡Mamallay mama!
Amaña wak aychu,
Ñawiykssanmi;
K’awaykullaway
Diospa Heridan
Llumpay ñawiykiwan
Oye Gertrudis,
Corazón, corazón mío
Luz de mis ojos
Sangre de Dios
Bandera de Dios
Boca de Dios
Herida de Dios
Ya no estoy ciego.
Tus enemigos
nos persiguen;
la nube negra ha entrado a mí pueblo
la mosca que anuncia la muerte
aletea en la puerta del templo
torrentes de lodo lo amenazan;
los perros están aullando, todos en la plaza.
Ya no estoy ciego,
Vengo huyendo, madre mía.
Pero, he aquí que tus lágrimas de sangre
Empiezan a caminar
A nuestros enemigos
Espantando
Ahogando
Madre de mi madre
¡ya no llores!
Ya tengo ojos
Mírame bien
Herida de Dios
Con tu mirar infinito.