lunes, abril 04, 2011

TRAVESIA POR LAS OBRAS DE OSWALDO REYNOSO


Oswaldo Reynoso Díaz  comenzó su labor creadora con un breve libro de poemas Luzbel (Arequipa 1955), libro inhallable, cuya lectura parcial he realizado consultando la antología de Luis Yáñez, (1) así como los textos que el mismo autor ha seleccionado y dado a conocer en el primer tomo de Narraciones 1 (Edición de la Editorial Universitaria de la Universidad  Ricardo Palma) Poemas de  raro lirismo y de un cromatismo verbal sorprendente. Libro de imágenes fulgurantes que se convierten en antecedentes  visibles  de la prosa poética que desarrollará  en  textos posteriores. Luzbel es el canto jubilar de la voz juvenil. Existe por momentos un extraño malditismo vinculado a una inmensa ternura. Espacios angelicales teñidos de humana reflexión en el pecado. Para darnos una idea cito: He caído y ya no podré agitar/ mis alas ni mostrar mi corazón/como cerezo ardiente/ lo único que me queda/ es machacar mis ojos con la luz/ y comer el fuego de la tierra./ he caído y el mar ha perdido/su inocencia y la ciudad/se ha convertido en impúdica/ durmiente bendecida en el amor/ he caído cuando dos cuerpos/ desnudos/ se matan en la noche. Poemas que no han perdido fuerza sino que  muestran un trabajo de filigrana verbal que ha resistido al tiempo aquel crítico infalible de los escritores.
El segundo libro dado a conocer por nuestro autor es: Los inocentes (relatos de collera)  o Lima en Rock. Para nuestro gusto este texto es un icono ejemplar de un personal y peculiar estilo de escritura. A la vez, un fresco mural de la modernidad del cuento peruano. A pesar de la brevedad de sus páginas y de los cinco relatos que lo conforman muchos lectores y escritores jóvenes han resaltado la brillantez de sus páginas, de esa prosa que motivó las palabras proverbiales y sabias de José María Arguedas que señaló con acierto: “.. Con Los Inocentes de Oswaldo Reynoso, se inicia el hallazgo de las formas de revelarlo. Reynoso ha creado un estilo nuevo: la jerga popular y la alta poesía reforzándose, iluminándose. Nos recuerda un poco a Rulfo , en esto” (2)  El autor de Los Ríos profundos sorprendido da muestras de valoración al trabajo inédito de un joven narrador y lo va filiando en el espacio de una naciente estilo que revierta el atosigado marasmo al que había llegado el arte en varias de sus expresiones especialmente en la narrativa, que al decir de Arguedas el mundo nuevo que se gestaba en nuestra sociedad necesitaba un estilo nuevo y Reynoso con estos cuentos iniciaba una ruta narrativa  que ha sobrevivido al tiempo, la humedad y la polilla esos tres críticos literarios insobornables de los que hablaba el poeta Drumond de Andrade. Por lo tanto, Los inocentes adquiere una modernidad y vigencia que agradecen muchos jóvenes escritores y lectores de nuestro país. Los inocentes  no sólo resaltan la temática urbana, el mundo juvenil mostrado en toda su intensidad humana, la solidaridad de la collera, las cantinas, billares, la quintas. Las fiestas, la sexualidad, la ternura, la sensualidad sino que gracias a la exactitud de su prosa es un monumento discursivo insuperable en nuestra narrativa peruana actual.

En entrevista concedida al poeta Jorge Eslava Oswaldo Reynoso cuenta la génesis de escritura de este libro. Reynoso,  así, afirma:
Como estudiante de La Cantuta algunos compañeros me hablaban de los barrios de Lima, de una Lima distinta a la provinciana. Me interesó es ambiente. Yo vivía en la Cantuta durante toda la semana y los viernes venia  Lima, al Bar Palermo, y luego me daba mis escapadas  a billares y cantinas de barrio. Ahí fue que comencé a perfilar personajes, atmósferas y asentir la necesidad de escribir sobre eso” (3)  más adelante agrega:  “...Cuando volvía a la cantuta como profesor estas experiencias se enriquecieron y obtuvieron más profundidad vivencial con la lectura de los trabajos de composición de mis alumnos limeños y sobre todo cuando los fines de semana  dejaba mi reclusión profesoral y me iba con ellos, como un compañero  más, a recorrer caninas de mala muerte, billares, quintas con tono y jarana, esquinas de barrio y ahí paro de contar para no excitar el celo de los eternos comisarios de la moral que ya desde esos lejanos años siempre han querido enlodar la plena y natural felicidad de mi vida” (4) El libro Los Inocentes por testimonio del propio Reynoso a quien he citado extensamente  se presenta como una propuesta vivencial vivida más que   un producto libresco. De ahí la fuerza y el encandilamiento de las historias juveniles del Rosquita, Cara de ángel, Carambola, Colorete, El príncipe. A leer cada relato un termina atravesado de por vida. La historia de esos bullentes cuerpos juveniles, los espacios urbanos, el grupo de la amistad transparente tras una cerveza, las mataperradas, la imagen del choro plantado, el amor, la sexualidad, la masturbación, las utopías se convierten en la libertad plena de vida. Esa collera, esas historias juveniles no pierden vigencia gracias a esa prosa que encandila con su ritmo con el uso desenfadado de la jerga que resulta según Sartre el lenguaje poético por excelencia. Cito: “... Ahorita, le saco la  mierda a  ese viejo que simula ver la vitrina cuando en realidad me come con los ojos. Está mira que te mira. Pensará: camisa roja y pichón en cama. Simulo no verlo. Su mirada quema. Seguro estoy sonrojado. Eso les gusta: inocencia y pecado. Está nervioso. No se atreve a dirigirme la palabra. Clavo mis ojos en los suyos, como jugando, para avergonzarlo. Desvía la mirada, Miro la camisa. El me mira. Lo miro. Y, él, mira la camisa. Mejor hay que sonreír. Si me voy, él me sigue. Si me quedo, él me habla! esto es un lío! ¡Un lío!  Prosa minimalista justa para desarrollar el hilo argumental de la historia. Puntuación exacta.

Los inocentes es a nuestro parecer uno de los libros más ágiles y  memorables de nuestra literatura peruana. El poeta Manuel Moreno Jimeno cuentan que leyó sorprendido  estos relatos y no se contentó con el disfrute personal sino que lo dio a conocer a Luis Alberto Ratto y a Javier Sologuren quien se encargaría de editar la primera edición de este fulgurante libro bajo su memorable sello de la Rama Florida el año (1961) que salió con una hermosa carátula de Jesús Ruiz Durán. Más adelante saldrá una edición de mayor tiraje en los famosos Populibros Peruanos (6ta serie) que dirigió por Manuel Scorza. Por recomendación de Sebastián Salazar Bondy se realizó la  publicación  esa vez, con un titulo más comercial Lima en Rock.  A la fecha este breve libro a adquirido vida propia y muchos jóvenes escritores lo reverencian e iconizan como un modelo de escritura. Así lo confirman los testimonios de: Javier Arévalo, Manuel Rilo, Beto Ortiz, Sergio Galarza entre otros. (5)
En Octubre no hay Milagros, novela de mayor envergadura  editada el año 1961, provocó airadas e incomoda reacción de parte de la crítica literaria metropolitana. Especialmente de José Miguel Oviedo, que entre cosas dijo“... En octubre no Hay Milagros es una novela interesante, desagradable y frustrada. Su interés está en la descripción de una clase media marginada, en la obra tendrá un público ávido y numeroso. Su virulencia, su morbosidad y su agresivo desenfado, nos parece, más que escandalosos, molestos: abunda en escenas pornográficas sin ser una novela pornográfica. Quiere ser realista y satisfacer una intención política, y en este rubro fracasa: el gran tema de la procesión sigue esperando a su novelista.” (6) a las que se sumaron opiniones igual de incómodas aunque un poco mediatizadas de Marco Martos, Jorge y Antonio Cornejo Polar. Es decir, se gestaba la admiración pero a la vez aparecía el signo de la censura, tanto que el propio Reynoso ha  señalado en  varias entrevistas esa censura moral y prohibitiva de sus textos, esa exclusión y señalamiento por considerarlo un “mal ejemplo” para la educación peruana. Como un profesor puede ser escatológico, amoral, poner en el tapete la homosexualidad, escribir jergarizando el idioma. Vaya juicios de torquemadas en todos los niveles. Pero no son nada ante la resistencia de las opiniones de otros lectores menos pre juiciosos que han hallado en sus trabajos la fuerza de la honestidad y la libertad de los sentidos. Quizás en esa línea se ubica la opinión de Washington Delgado quien dice: “…En octubre no hay milagros  puede horrorizar o seducir al lector, no lo dejará indiferente, es una novela que al enfrentarse, valerosa, noble y sinceramente, a la realidad que nos rodea, abre un nuevo camino de verdad y belleza en la literatura peruana. “(7)  Lo cierto es que este libro se encarga de mostrar el contraste de esa Lima bullente de marcados contrastes que van desde la epicidad individual hasta su visión coral enmarcada en la fiesta sacro-pagana de la procesión del Señor de los Milagros. Culto  donde los individuos viven sus propias tragedias y utopías. Es un gran fresco de  la desigualdad de los segmentos sociales, una caricatura ácida de lo jaleos políticos domésticos representados en el accionar de Don Manuel, típico representante de la derecha. Novela expresionista, al decir de Washington Delgado, que esta ahí cada día más humana y fresca esperando nuevos ejercicio de recepción crítica. 
El Escarabajo y el hombre es una intensa y brutal novela que estructura dos historias paralelas la de los hombres moviéndose en un espacio de marginalidad, donde resalta la imagen del profe como imagen de la recepción de las historias de los jóvenes, que desarrollan sus historias atravesadas en las cantinas, billares, barrios,  universo rico de solidaridad plena, risas, llantos, desenfado, humor, prostitución, existencialismos  junto a la historia parabólica del pequeño coleóptero cuya heroicidad es tratar de cruzar una pista atestada de carros que pueden aplastarlo y convertirlo en nada. El escarabajo y el hombre  es una novela tan actual no sólo por su estructura sino por la composición gráfica donde resalta el trabajo a nivel de comic de Jesús Ruiz Durán. Feliz conjunción  de historias del drama de la condición humana, diría Eslava, junto al rumor del lenguaje poético que le da esplendor y belleza inagotable.
Los Eunucos inmortales es uno de los trabajos novelísticos más completos de Oswaldo Reynoso no sólo por esa extensión referencial de la historia en la lejana China Popular, la plaza de Tian´ anmen, sino por la plasticidad y sinestesia del lenguaje. Al leer Los Eunucos moviliza todos los sentidos uno se halla ante el  cromatismo verbal llevado al paroxismo. Esa conjunción de sentencias, noticias, reflexiones, ese vuelo poético para decir las cosas construyen un disfrute sensorial incomparable. No sólo es una búsqueda de la felicidad como señala Roberto Reyes (8) la que se exalta en las páginas de la novela sino la contundencia de un escritor que ha seguido un proceso ascensional que lo coloca en la cima de los mejores escritores de nuestra literatura.
Las siguientes obras de Oswaldo Reynoso no hacen otra cosa sino confirmar la calidad de este maestro de la escritura ya en Busca de Aladino y en El Goce la Piel a pesar de ser breves novelles concentran el descubrimiento de la “límpida moral de la piel”  (9)  textos donde la contemplación del cuerpo se hace poesía, la revelación de la belleza, un arte poético que transita por la responsabilidad de una ética de escritura del riesgo ya que amplia temas vinculados a lo que algunos críticos llaman postura homoerótica censurable en una sociedad intolerante como la nuestra. Reynoso es consciente de ello de ahí que Gustavo Faverón señale los siguiente: “...Reynoso es, si cabe, un autor que parece haber asumido la responsabilidad de recibir él los golpes, estrellarse con la vallas y experimentar los deslices para que otros vengan detrás y encuentren el camino más o menos desbrozado” (10)  Reynoso, maestro de escritura cincelada. Expresionista lírico, dueño de un temple libre para la opinión. Agudo y reflexivo. Crítico, polémico y respetado intelectual. Conciencia limpia y luchador social. Maestro colosal de enseñanzas, clásica vivo de nuestra cultura literaria. Y más que estos adjetivos creador de universos inolvidables para los que somos sus lectores que al realizar el acto de lectura nos ha marcado para siempre. Sus obras esperan nuevos lectores a pesar de los críticos literarios esa rara especie tan nociva que a veces direcciona nuestros gustos literarios sin que a veces podamos hacerlo algo. De ahí, mi admiración a su vida y obra. Y para terminar este viaje inicial y bullente cito:
Mil gracias profe, no es que yo me las quiera dar de sabido: la verdad es otra, y si yo le digo es porque sé, ¿o no? , pero a veces las cosas son así, y qué se le hace, usted me conoce.: cuarto y quinto  de media mi profesor en la Unidad Escolar y ahora mi amigo... nuevamente  gracias profe. (11)


NOTAS
(1) .Yañez Luis. Nueva poesía Arequipeña. Tipografía Acosta. Arequipa. 1955
(2)  Arguedas, José María. “Una narrador para un mundo nuevo” Suplemento dominical de El Comercio de 1-10-1961. Reseña que ha sido publicada por el propio Reynoso como prólogo en ediciones sucesivas de su libro: Los Inocentes
(3) Eslava, Jorge. (entrevista) “Viejo León en su Guarida. Unas cebadas con Oswaldo Reynoso”. En Un Vicio Abzurdo, Universidad de Lima año 1 # 1 2005. También puede consultarse su sustancioso prólogo estudio que aparece en: Narraciones 1 (Oswaldo Reynoso) Editorial Universitaria de la Universidad Ricardo Palma. 2005.
(4) .Eslava, Jorge  Op.cit.
(5) Léase la hermosa edición de homenaje de:   Los Inocentes  publicada por la Editorial Estruendomudo.  2006 con fotografías proporcionadas por el autor y comentarios  de Jorge Eslava, Sergio Galarza, Javier Arévalo, Beto Ortiz etc.
(6) Oviedo José Miguel. “Reynoso o la fascinación de lo abyecto”. El comercio. Lima, 1965.
(7) Delgado, Washington. En octubre nos hay milagros. Este textos aparece sin firma en la contracarátula de la segunda edición de esta novela ( Lima: ediciones Wuaman Puma , 1966)
(8) Reyes Tarazona, Roberto. Prólogo al libro Narraciones 2 (Oswaldo Reynoso) Editorial Universitaria de la Universidad Ricardo Palma. 2006
(9) Vigil González, Ricardo. “La moral de la piel” El Comercio., Lima, 28 de julio del 2005.
(10)     Faverón Patríau, Gustavo. “El amor es un dios materialista: sobre El goce de la piel de Oswaldo Reynoso. Hueso Húmero # 47. Lima, noviembre 2005: 188-195.
(11)     Cita tomada del libro El escarabajo y el hombre de Oswaldo reynoso. Ediciones Universidad Nacional de Educación , 1970.

Nota adicional  necesaria:
          Para  lograr información para trazar la semblanza e Oswaldo Reynoso  cito a continuación algunos trabajos que me han servido de sobremanera para esbozar este trabajo. De ahí, mi gratitud por la utilidad proporciona por las mismas. “una estación para Reynoso” por Mayra castillo Vásquez publicada en el Comercio 25 de marzo del 2007. “Entrevista con Oswaldo Reynoso”  en el espacioblog.com. Casa de Asterión. 11-02-2008. “ Oswaldo Reynoso: ¿se enseña literatura en estos momentos? ¡Para qué? De Jaime Soto Aranda. “Goces lícitos y revaloraciones: Oswaldo reynosdo, un creador cabal.” Entrevista realizada por Úrsula León, Militza Angulo, Luz Vargas, Olga Rodríguez Ulloa. En casa de Cita Revista de Literatura. # 2 . 2006. Oswaldo Reynoso rompe su silencio” por Juan Gonzalo Rose. Caretas 9 de noviembre de 1981. # 672. Entrevista a O. Reynoso por Jorge Paredes. El Dominical del Comercio. Lima 17/07/06. “El escritor debe estar comprometido con la sociedad” por Francisco Ángeles. En; http://elhablador.com/blog/2007/04/01 /entrevista -a-oswaldo-reynoso/. El Socialismo en la novela peruana ( o viaje a la China de Miguel Gutiérrez y Oswaldo Reynoso) por César Ángeles L. http:// 64.233.169.104/serch?q=cache:hPTYPNK... “Las estaciones de Oswaldo Reynoso” por Javier agreda. La república, Lima 08/07/06.


1 comentario:

Leo_con_mi_cancer_eterno dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=gbKNRa4Vywg