miércoles, diciembre 10, 2008

PABLO GUEVARA O LA PROSARIZACION DE LA POESIA PERUANA




Del poeta, ensayista, cineasta y hombre de cultura Pablo Guevara Miraval (Lima 1930-2006) me viene al recuerdo un poema que muchas veces ha sido antologado o citado en cuanto libro se hable del padre. Ese poema es: Mi padre un zapatero. Medito y busco que tiene ese poema que tanto se repite y cita de texto a texto y llegó a una conclusión incuestionable: Su calidad y su vigencia. Sucede que muchos poetas desaparecen igual que sus textos. De tanto ser nombrados y ser entrevistados caen en la noche del olvido de los lectores. Es decir, los poetas “automarquetados” o marqueteados por el circuito cultural se olvidan fácilmente como sus textos. Por el contrario otros poetas saben que su palabra es la luz eterna que burlará el olvido y sus lectores no dejaran de aparecer continuamente. Pablo Guevara supo de su grandeza como poeta. Su imagen esta tan asociada a lo nuevo que desde sus inicios como integrante de la llamada generación del 50 ya daba muestras de un voz peculiar en relación a sus contemporáneos. Fue el más joven de los poetas de esa brillante generación. Pero su influencia se dejará mostrar en los colectivos poéticos posteriores. Ya en los jóvenes poetas del 70, del 80 y de los 90 (especialmente su relación fraternal y de hermano mayor con los poetas de El Revisto Homunculus) su presencia es vital por su propuesta poética atípica y multidimensional. Un poeta que apostó por el lenguaje aquel entramado que moviliza lo sensitivo, lo sensorial, lo intelectual, lo filosófico etc. Pablo Guevara quedará como el poeta que ha dejado sus obras como naves laberínticas que deben ser abordadas y estudiadas con calma. Es tan oceánica su palabra que, ni la crítica académica, aún no a calado en la inmensidad de su poética. Estoy convencido que pasará buen tiempo hasta que alguien se anime a bucear en su obra final editada por Ediciones Copé de Petroperú, me refiero a: Un iceberg llamado poesía. 1998, en una primera edi9ción que fue ampliada en una obra mayor que él llamó: La colisión (opera marina en 5 actos). Acto primero: Un Iceberg llamado poesía. Acto segundo: En el bosque de los hielos, Acto tercero: A los ataúdes, a los ataúdes. Acto Cuarto: Cariátedes. Acto quinto: Quadernas, quadernas, quadernas. Lima: ediciones Copé (Petroperu), 1999. Ni que decir de sus obras anteriores desde su libro inicial: Retorno a la creatura. Madrid: cooperación Intelectual, 1957. Los habitantes. Lima: La Rama Florida, 1965. Crónicas contra los bribones. Lima: milla Batres, 1967. Hotel del Cuzco y otras provincias del Perú. Lima, Instituto Nacional de Cultura, 1972. Poemas de Dientes de ajo. En Harawi # 63. Lima, febrero de 1983. Poemas de Casa de Padrastros. En Harawi # 64. Lima; marzo de 1983. Y su libro desgarrador y testimonial que conjuga la vida, la muerte y la lucidez de la reflexión frente al acto de la escritura: Hospital. Lima. Editorial San Marcos, 2006. Por otro lado, sus innumerables ensayos, prólogos, notas sobre literatura y cine. Mención a parte es su trabajo como cineasta que ocupa un lugar preferente. Siempre me había asaltado la duda esa visión superpoblada de imágenes cinematográficas que se hallan en casi todos sus poemas y la explicación es obvia. Su trabajo visual como cineasta se apropiaba de la palabra y como un abanico de metáforas se desplegaba en espacio poético. Al respecto dice Guevara: “Yo diría que no solamente se llevan bien el cineasta y el poeta que hay en mí, sino que efectivamente se influencian y se estimulan; tanto como el cine y el arte en general, llámese música, pintura, danza, teatro. Si bien son intercambiables como lenguajes, son sin embargo dependientes del aparato perceptivo sensorio- motor de la persona. Lo que te ingresa por el oído, por la vista, por el tacto, se convierten automáticamente en el lenguaje que tú practicas, que tú empleas en ejercicio de tu arte” (1)
Ahora recuerdo, también un trabajo esquemático que trazaba las coordenadas de la literatura peruana que publicó el Diario La República bajo el título del: Cajón de Guaman Poma. Un esquema que se convirtió para mi trabajo como docente en una guía provechosa para entender movimientos, autores y tendencias de la poesía peruana. Cuadro que posiblemente Pablo Guevara habrá desarrollado de manera más amplia. No lo sé que de haberlo hecho realmente estaríamos ante una mirada novedosa sobre nuestra poesía peruana.
Jaime Urco en su trabajo titulado: Iceberg: una utopía del lenguaje poético dice que los poemas de pablo Guevara Son: “Verbosos. Dicen, se desdicen, se repiten, se amplifican.” (2) Es tan cierto ya que, Guevara desde sus obras iniciales hasta llegar a su libro Hotel del Cuzco ( INC, 1972) ha roto con la economía del verbo y del lirismo parco de la poesía. Y ahí reside su vigencia para los jóvenes poetas que hallan en los versos libres la posibilidad de mezclar la buena poesía con los elementos intertextuales con un sinnúmero de referencias culturales. Estamos ante un discurso omnívoro, una poeticidad de engarce cultural con la épica. Sin lugar a dudas la poesía de pablo Guevara es el signo de la postmodernidad en nuestra poesía. Un registro plural de la tradición poética occidental que se sincretiza con la referencialidad de la coloquialidad mediata nativa o nacional. Sus poemas se llenan de un registro donde se confunden la prosa y el verso: ¡tantos salen de sus hogares a las calles y las oficinas/ como un ir a un teatro de guerra y no vuelven más!./ Tantos matan sabiendo y tantos se dejan matar sin saber!.. (Hotel del Cuzco (HC) p.p. 16) o Los desórdenes y persecuciones que son contra el amor/ destrozan muchos cráneos de jóvenes que nunca volveremos a ver/. (HC p.p 21.) o en: THE POWER LARGENT DAS KAPITAL THGE MONEY7 PANAMERICANISMO CALLES DE PARIS Y DE NUEVA TYORK7 PENTAGANO CARIDAD BRAVO ADAMAS OEA/OH SOLE MIO OH DEVALUACIÓ/ una mierda/ uf carajo/ uf ??????/ (HC p.p 46) o en su último poemario escrito en circunstancias de lucha de la vida contra la muerte. La lucidez del poeta frente al acto creativo es la respuesta suprema frente a la enfermedad final llamada muerte. El trabajo racional del poeta frente a la máscara de la muerte genera la amplitud de la imagen del hombre frente al dolor. Es la cultura poética del cosmos. Así dice: a mi lado acaba de morir un hombre (el galeno dijo pasando ”tiene la rigidez marmórea”) –condición sine qua non para entrar en el otro lugar desconocido de continuos discontinuos...- sin embargo los llantos de Belisa son aquí que se desencadenan inconteniblemente “háblame papito háblame soy tu Beli tu Beli dime algo...” (Hospital p.p 31) o en la marca final de la escritura del poemario Hospital que desde mi punto de vista es el límite de lo que llamo discurso de la prosarización cuando dice: estaba andando de regreso por la vereda de un especie de malecón muy largo cuando de pronto reparé en algo que se movió a mis costado como viniendo a mí hacia mí... saliendo del mismo muro o parapeto que era como arena mojada y se puso de pie al pasar intentó acercarse y yo volteé a recibirlo –era arena mojada semioscura y moldeada como gente en ciernes sin rasgos o en proceso de serlo- -arena amiga o amistosa a todas luces.... porque pugnaba a su vez por desprenderse del parapeto y saludarme... yo me sobreparé de inmediato... y el sueño al instante se desvaneció.../ no se lo que entró por emergencia herido no sé qué.. / puede ser un escualo una mantarraya silenciosa.../ por decirlo caminando con nuestros propios pies/ como proa o con crespones negros pies por delante/ ¡y siempre el mar¡ ¡el mar¡ ¡el mar¡ / y llegó cadáver ( hospital p.p 30-31) Espacio total de la poesía encuentro del poeta y la muerte. Poesía y registro de lo inmenso. Poética escrita en la utopía de la razón. Poesía de la epicidad del hombre. Discurso de la prosarización cultural. Grande Pablo pica mis oídos con tu vitalidad y presencia laberíntica. Tu poesía desde Retorno a la Creatura (1957) tu libro fundacional hasta tu testamento poético que es Hospital (2006) existen y crecerán como mapas de texidos para el ojo zahorí de un crítico osado y documentado. Mientras eso suceda Pablo déjame transcribir la dedicatoria que colocaste en tu libro Hotel del cuzco el 30-2-92: como un recuerdo grato de tu poesía ” a Raúl Jurado este libro viejo en años pero que ojalá se conserve joven para los jóvenes”. Después de este recuerdo sólo me queda escuchar esta tarde el ¡mar¡ ¡el mar¡ desde tu palabra.

NOTAS:
(1) El difícil camino del cine y la poesía (entrevista con Pablo Guevara) realizado por Oscar Araujo León.
(2) Iceberg: Una utopía del lenguaje poético. Jaime Urco.

Bibliografía
La Casa de Cartón (revista de cultura) II época # 23. Lima 2001 (Edición especial dedicada a Pablo Guevara) se consigna artículos de: Oscara Aarujo León, Jaime Urco, Javier Sologuren, Alfonso Rabi, Mirko Lauer, Ricardo González Vigil, Santiago López Maguiña, Carlos López Degregori, Miguel Paz Varías.



* Texto publicado en el libro Homenaje a Pablo Guevara "totalidad e infinto" Editorial San Marcos 2007 (RJP)

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