sábado, julio 06, 2013

DIA DEL MAESTRO


Educar es elevar el alma de tu semejante. Educar es lograr la emoción más noble que nace del diálogo. La educación es la conjunción dialógica de maestro y alumno que genera la chispa del conocimiento.   Educar antes que castigar. Saber antes que engañar. La verdadera educación se ejerce con libertad. No habrá  mejora en la educación con papeles. La educación no se arregla con decretos, directivas o con abusivos controles. El maestro revoluciona su vida la educación cambia. No hay que temer al cambio estamos hechos para triunfar. Los maestros sabemos sembrar ideas, sabemos coser libros en el cerebro de los alumnos. Maestro antes que simple profesor. Amo mi profesión  soy  maestro de los sueños. Soy constructor de sabiduría. Soy libro de vida, árbol de ciencia, raíz de letras, ramas de filosofía. No me siento simple  enseñante soy la tiza, la pizarra el libro que habla en el aula. Soy la modernidad de lo nuevo, la máquina sensible cuyo corazón incendia las primeras vocales, los primeros palotes y la matemáticas iniciales del dos más dos cielo, fuego, tierra y aire docente. Educo, amo, sueño, conozco, aprendo, incendio, todos los días. Mis alumnos, mis amigos corren por el cielo de la experiencia y ya son mis colegas a ellos mil felicitaciones. No hay que desmayar somos máquinas de corazón abierto, cerebros divinos somos maestros. Hoy es nuestro día y por ello salud con una copa de letras. Feliz día colegas, amigos. Salud.       

 

lunes, julio 01, 2013

FIRMIN DE SAM SAVAGE

X: Melquiades

Firmin ( Barcelona, Editorial Seix Barral 2006) es una novela recomendable, de lectura rápida y atrapante. Su lectura te deja con el extraño deseo de comerte un par de libros. Uno que consideres de los mejores que has leído y otro de los que están demás en tu biblioteca, para que pellizques aunque sea una partecita de su contenido y zambullírtelo en la boca como “pan con mantequilla” en el desayuno. Sentirás el sabor más dulcísimo (riquísimo) que haya experimentado tu paladar, o por el contrario terminarás vomitando tinta y poco talento, por su sabor soso. Firmin, condicionado por su ignorante y ruda familia, es una rata desafortunada que intenta buscar su destino. Llega a las lecturas de una manera muy peculiar para el hombre, pero única para las ratas: “devorando libros”. Su hogar fue siempre una librería, nació y se crío –literalmente hablando- sobre el Ulysses de Joyce. Su capacidad intelectual se nutrió a base de lecturas y enseñanzas de sus dos maestros – y también amores-, Jerry Magoon y Norman Shine. Firmin encuentra en sus platillos el amor a la literatura. Intenta ser un poeta, un escritor y comunicador, algo que no puede por su físico, o como él prefiere llamarlo por esa “mascara que me impide sobresalir”. Firmin sin darse cuenta abandona ese cuerpo que le impedía ser un gran escritor, y concluye una grandiosa novela – su autobiografía. Sin más que decir, Firmin conserva la esencia de un crítico literario – leído, rudo y censor de lo bien logrado- logrando de su vida una genial novela que nos enseña de manera alegórica, el punto de vista de alguien,  que siempre intenta aspirar a ser lo mejor un hombre cultileído.