miércoles, julio 01, 2009

LITERATURA Y SALUD RECONCILIANDOME CON LA VIDA DE JOSE "CHECHE" CAMPOS DAVILA


En su Columna periodística dominical del 3 de mayo del 2009 la poeta y periodista Rocío Silva Santisteban refiere una experiencia negativa al utilizar los servicios de Essalud para una atención médica para su señora madre así señalaba: “hace tres años tuve la ingrata necesidad de utilizar los servicios de Essalud: mi madre, jubilada desde hace varios años y paciente ambulatoria, tuvo un derrame cerebral. En estas circunstancias –y porque llegó en una ambulancia- la atendieron de inmediato en el Policlínico Angamos. La sala de emergencia estaba, como siempre, atosigada de gente pero felizmente un médico humano le dio de inmediato un medicamento que le bajó la presión. El calvario comenzó cuando tuve que internarla por esa misma sala de emergencia.” Y va relatando la burocracia, la inhumana atención en estos centros de salud recordando además el caso de la muerte de Charito Zubiate, folklorista y trabajadora del INPE quien falleció en los pasillos de la sala de urgencias del Hospital Almenara después que esta mujer sumamente enferma no fue recibida en el Hospital Rebagliati. Pero a que, viene esta dolorosa visión de la atención de la salud en nuestro país. Acaso, para referir el libro de José “Cheche” Campos. Reconciliándome con la vida. Lima. Editorial San Marcos, 2009. 119 p.p. Quien actualiza en sus breves páginas este cruel tema: la odisea y tragedia de un paciente que tiene que buscar atenderse en ese Centro de Salud a pesar del dolor y la enfermedad. El paciente no “doctor” debe permanecer en una fría sala de emergencia esperando turno para ser atendido. “.. Usted es de lo mejorcito, no se queje y corra y échese en esa camilla que creo que al señor se lo llevaron a la sala de operaciones a la morgue y nos se mueva hasta que regrese” ( p.19) Ese estar enfermo es una situación para comprender el mal estado en la que se hallan nuestras instituciones de salud. Por otro lado, comprender La actitud fría y despectiva de las enfermeras y médicos y cuando no de los malos funcionarios. Es la imagen del dolor. Ese dolernos doblemente hace que el narrador que prefigura una marca testimonial de “Cheche” Campos “observe” heridos, acuchillados, sangre, suero, jeringas, mandiles turquesas, blancos, dolor más dolor alcohol, formol, camillas, sábanas ensangrentadas, funerarias, gritos, llantos, y todo el espectáculo de una sala de emergencias. A lo largo de las páginas hallamos este nivel “testimonial” del relato. Que tranquilamente pudo haber formado un texto independiente. Por momentos este nivel quiebra la fluidez narrativa del texto. Fuera de este discurso testimonial, el texto adquiere un nivel peculiar y de validez cuando se refiere lo estrictamente “literario” para mi gusto una veta que debe consolidar a Campos Dávila como un narrador valioso del universo “afroperuano” Puede leerse en este libro: por ejemplo la historia de amor del Negro Reconcilio más conocido como Petróleo con la blanca Soledad. Historia maravillosa de amor, locura, viaje, deseo, de cultura, de afirmación de la mezcla racial, de sabiduría popular (la gran fuerza matriarcal de Ruperta) Otros relatos que conforman este texto fuera de veinticuatro horas son: El sobreviviente, Los timadores de la jijuna, Sal si puedes, desesperanza. Textos que afirman la fuerza narrativa de Campos Dávila quien una vez más, con pulso sereno da muestras de un talento que ya habíamos saludado en su libro Las negras noches del dolor y para educar hombrecitos (Edit. San Marcos 2004) Desde aquí, un saludo al colega y zambolato de saco y corbata por recrear ese universo de la “tigritud” como signo de su sueño de pensar una sociedad libre, sin odios, sin racismo: Sino con una plenitud de amistad y fervor en la literatura y la cultura.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

UNA PORQUERIA NO ESCRIBE NADA...YA SE LO DIJO MARCO AURELIO DENEGRI QUE SE DEDIQUE A OTRA COSA...EL SOLO SIRVE PARA COBRAR Y MORIRSE POR LA PLATA, LOS PRIVILEGIOS, EL CONFORT, ES DE LO PEOR JUNTO A LA GENTUZA QUE LO SIGUE..ES UN ASCO DE SER HUMANO

Unknown dijo...

Gran maestro. Todas las felicitaciones por sus libros, "cheche" Campos.
sigue adelante es un gran ser humano.

Anónimo dijo...

Te apoyo

Unknown dijo...

Solo la " gente" sin personalidad y cobardes de nacimiento, puede hacer comentarios tan " valientes" escudándose en anónimos,eso sí es ser verdaderamente un "asco de ser humano"