viernes, agosto 21, 2009

POESIA CANTUTEÑA DESDE PIURA


(pintura tomada de: elkeart. com/mas pinturas.htm)

Vía e-mail nos llega desde la calurosa Piura la colaboración de un antiguo amigo que paseo sus inquietudes poéticas por la Cantuta. Hoy instalado en la lejana y hermosa Chulucanas nos deja estos versos que posteamos.


FE DE ERRATAS

Al Che, a Heraud, a ellas todas.

Cancerberos no son otras aquestas mis polutas
nada, sólo el común traspié del muy oleado o más
santificado mortal de los pecadores, los varones
o la menos íntima magnánima mujer o de una santa
¿Por qué no? El resbalón de una lúcela puritana.
¿Queréis sopesar los vados de mis honras y olores?
No se tomen la molestia grandísimos señores
Y para no la partida demorarle ni una línea
-perdón Jorge Luis se me soltó un estilo de milonga-
os descifro mi código de fe y les hablaré, entonces
de erratas, esas mías por allí encriptadas ¿Se anotician?
I
Soy peregrino de oficios errabundos duro nunca
porque crezco donde lo cabal sólo toca, y toca
a las puertas de allí, allá, aquí por el lado bajo
y el jornalear de sal humedecido es un obsequio
único para pies calzos y descalzos sin atajo.
A la bestia por costumbre sana cedo el paso
ando por ahí en busca del amor partido en dos.
Solo, no de soledad, salimos en defensa de lo nuestro
en esto somos egoístas como un amor narciso
y sin serlo , el pecho por lo de aquél mío igual de ella
elevamos, atizamos, seducidos por neuronas tiernas.
Y si, por todo el capítulo de atrás, el romano uno
nos cae el zarpazo, vueltos presos de la mano
Y alojados somos en idílicos cubiles ajo
¿Ajo, cómo le vamos a hacer mi amo?
Sin puertas ni ventanas nada o poco.
II
Ah, si pues, cuando uno se advierte dentro de ella
en la celda, no queda otra cosa grandísimos señores
sólo dejarse atrapar quedo, lento, quedo
aun si frente a la bombilla delatora posamos
con la única piel de cebra ¡vaya hombre!
O queda esperar las bondades vuestras de su voz
de estirarnos la vida, sí o sí, mientras podamos tanto
rascar todavía su grasiento pielgo a vosotros.
III
Ah, mas no lo olviden nunca ustedes nadie
la fuga es potestad del habitante de los cercos
por cierto del enésimo insano Quijote, don Alonso.
Claro y claro siempre hay fuga para todos y todas
las escalas o notas musicales en contienda
como el volver a nacer nictálope un día
oh sí, volverse de los buenos curandero
y bueno no deja uno, por eso, de ser humano
únicamente ahora sí, y no antes, dominas
combinas elementos agua tierra luz y fuego.
IV
Fuego cuando dejáis de ser para el pastor el lobo falso
y, bueno, cuando late el corazón salta de revueltas
no por algo así se iza de la mano el puño
desde el nivel cuarto al elemento uno, tas.
Agua en mente si enciende la guerrillera pasión
y nos escose, la llovizna ante lo injusto es necesario.
Tierra cuando sembrar y cosechar el ajeno cielo
se exigen si se lo proponen desde allá abajo.
Luz, ella se hará no quede ni una duda en suma
su brillo irrumpe en toda la largura de la noche
siempre se está en busca de ese asomo
por allí en su momento con aplomo
por ahí anda, anda que viene ¡mírala Che!
Desde vos y con Heraud, más ellas todas.
V
Pero ya de esto, el único cuarto capítulo eje,
soy todo señorísimos, menos el culpable, ¡je!
olvidan un dato, el real , fui y soy inconsecuente
¡Cierto! Fui y soy no merecedor de la heroica estirpe.

Escribe: Roque Ramírez Cueva.

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