Transitando por
el Jirón Camaná encontré un ejemplar
completamente nuevo de Los quehaceres de
un zángano(Bizarro editores, 2008) de Fernando Morote. Debo confesar que
desconocía el título; sin embargo,el
nombre del autor me resultaba familiar. No me equivoqué en mi sospecha. Sí, era
el mismo personaje que se comunicaba conmigo a través de internet y me
solicitaba libros de autores peruanos reconocidos como por ejemplo: Oswaldo
Reynoso, Enrique Congrains, Sebastián Salazar Bondy, etc. Mi oficio de librero coincidió
con este escritor peruano radicado en Estados Unidos del cual desconocía
totalmente.Era el año 2008 y mis preocupaciones literarias se enfrascaban en
aprobar los cursos de teoría literaria; el libro de Morote-en esa época -había
pasado totalmente desapercibido para mí.
Las primeras
líneas de la obra me divirtieron notablemente;personajes de los que intuía su identidad, escenarios
por donde transito diariamente,pequeñas historias dentro de la historia principal,
un humor negro caracterizado por la limpieza de la prosa, elementos propios de
los noventas que aún se mantenían en mis recuerdos y que poco a poco empezaban
a tomar forma, posicionarse y aflorar nuevamente.Sin duda, todo ello, me dejó
una satisfacción favorable. Aparte de esto, el texto está escrito con un lenguaje coloquial con el
que sentí una rápida identificación. Entonces, surgió una idea: Hacer una reseña
de esta novela que se veía prometedora y que había pasado desapercibida por la
crítica literaria y por lo que hoy tal
vez tenga mayor difusión: Las redes sociales.
Los quehaceres de un zángano se divide en dos partes: En la primera el autor refleja sus
conflictos internos,hace un recorrido por sus años de infancia, nos
muestra su transitar por algunas zonas
burguesas de Lima.Existe alguna que otras muestras de embriaguez que terminan en
alguna delegación policial y el posterior asedio de la Guardia Republicana.La
busca de una identidad,el resentimiento familiar,la lucha por superar la
dependencia a las drogas,el haber logrado ciertos triunfos personales;poco o
nada importan para el personaje ,pero sí
a su familia.Deambular por algunas playas del sur plagado de pederastas,ser confundido con
un senderista por llevar un libro de Mariátegui y por apellidarse igual que el número
dos de Sendero Luminoso,acudir a centros de rehabilitación en donde es víctima
de los peores insultos.Todo esto recrea
un ambiente decadentista, pero a la vez interesante a fin de entender cómo se
proyecta la realidad limeña burguesa de fines de los ochentas y mediados de los
noventas.
Federico
Barrionuevo es un hombre de mediana edad que empieza a hacer un recorrido de su
vida; desde sus años deinfancia hasta el año de 1996, el transcurrir de este
señor está marcado por el alcohol, la carrera de Derecho en la UNFV y un tremendo rencor a medio mundo.El espíritu literario de nuestro héroe se ve
reflejado en los años de la guerrainterna y del primer gobierno de Fujimori;
una novia radicada en Chile por la que se desvive y el deseo de superación
personal reflejado en vencer sus antiguos vicios.En medio de estos conflictos
logra desempeñar diversos trabajos como vendedor de carteras, estibador o
funcionario de un banco .Su desencanto ante la vida es notoria, él sólo quiere
ser escritor y subsistir en base a un trabajo relajado, excento de presiones y responsabilidades.
Dentro de este
dentro de este deambular conoce a personajes entrañables de nuestro quehacer literario
y cultural propio de los noventas y algunos que todavía están presentes.Podemos encontrar referencias a autores y editores desaparecidos como César
Calvo, Julio Ramón Ribeyro, Antonio Cisneros, Reynaldo Naranjo,Jaime
Campodónico. Los centros nocturnos de Lima-de
aquella época-matizan el escenario narrativo y son de importancia referencial
; la presencia de lugares como "Tutu Café" de La Molina, el local de
la ANEA en el centro de Lima, "La huerta de los libertadores" de
Jesús María; El Juanito, El Piselli, La Noche y El Ekeko de Barranco,etc. El
reflejo burgués decadentista, la multiplicidad de escenarios, el elemento temático
y la prosa de Morote hacen que el libro
sea una vuelta entrañable a los años noventas.
La segunda parte
de la novela es de tendencia personal y hasta tiene ciertos elementos de tipo
confesionario.Existe un conjunto de cartas destinadas a un amor radicado en
Chile, y un diario que muestra sus páginas de manera desvergonzada.Al leer esta
segunda parte del libro se me vino a la mente la figura de dos monstruos de la
literatura universal: El primero es Joyce
cuando enviaba esas cartas tan íntimas a su esposa;cartas dotadas de una
gran de una gran carga sexual, pero también de un profundo amor hacia ella.La
segunda referencia va en relación este personaje creado por Nabokov-llamado Humbert Humbert-,en
el que mediante un íntimo diario expone parte de sus revelaciones sexuales,miedos,conflictos,
e insatisfacciones.
Los logros de la
novela se enmarcan en la técnica utiliza a manera de collage, el humor frente a
lo absurdo y lo caótico, la limpieza de
la prosa y el estilo depurado hacen de la lectura un momento agradable; estos
aspectos se pueden apreciar en lo que tal vez sean los pasajes mejor logrados:
Laerótica historia de Mamerto González y De paseo por el mundo de Kafka. Lo que
se puede criticar al texto es la presencia de algunos lugares comunes, cierto desorden
que aparece en la estructura de la primera parte, y que por momentos pareciera más un libro de índole personal que literario.
Al margen de ello, la calidad de Morote está presente y visualiza el futuro de
un narrador sin tapujos ni convenciones formales.De aquel tipo de narradores
que son pocos, pero que quedan en nuestro presente y que sin duda nos divierten,
sorprenden y agilizan el gusto por lo subversivo en la literatura.
Rubén Javier
Lima,27 de
febrero del 2014.
1 comentario:
Gracias profesor por el aporte ahora hay un nuevo autor para leer :)
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