Los noventa
nos daba la oportunidad de mirar la vida con cierto optimismo. La violenta
etapa de los ochenta se había llevado muchos sueños juveniles. Pero ya en los
noventa se nos abría una ventana posible de vida después de la violencia a
pesar de que esta aún continuaba con apagones y coches bomba. Se mezclaba la
angustia, la soledad y la esperanza en un puño. Ser joven en los ochenta y los
noventa nos ponía en el filo de la sospecha para las fuerzas policiales. Si
eras universitario peligrabas, si eras poeta más. Pero en fin las calles nos
regalaban sus abiertas fauces para seguir caminando por las calles limeñas. Los
noventa era la etapa de los colectivos Neón, Noble Katerba, Estación 32,
Vanaguardia, Aedos 2000, poetas del asfalto y otros grupos. Los noventa
continuaba la tradición grupal del “ruido” y la “movida cultural” estábamos invadidos de Rock subte, estábamos
creciendo en grupos gigantescos de poetas recitando, leyendo, sus textos en
cuanto recital se organizaba en universidades de Lima, en sindicatos, en bares
o en las calles etc. Estábamos urgidos de vivir en poesía. Entre esa mancha caminaba
un “delgado y joven poeta” que se hacía
llamar Paolo de Lima. Hoy ya con años de experiencia “en universidades gringas”
lo vemos como un solemne Doctor en
letras. Pero al margen de esta imagen que nos regala el tiempo cruel e irremediable nos
interesa hablar del poeta De Lima que ha reunido su trabajo poético en: Al vaivén fluctuante del Verso
(Cansancio, Mundo arcano, Silenciosa
algarabía, Inéditos) Hipocampo Editores,
2012. 119 p.p. un registro que nos permite rastrear el lento
fluir de la madurez poética desde el tímido primer libro: Cansancio editado
inicialmente en 1995 en Filadelfia bajo
el sello Asaltoalcielo Editores y una segunda edición en 1971 editada en
Lima hasta llegar a su libro
silenciosa algarabía publicada por Tranvía editores el año 2009 que considero el texto que tiene textos interesantes. Al Vaivén...
es un libro que agrupa la producción a la fecha que nos permite rastrear los “cambios” de
escritura que ha seguido el poeta. En cansancio su primer libro los poemas muestran
versos “asombrados graficando espacios de la soledad y el existencialismo
agónico del romanticismo” un libro de poemas llenos de "intenciones poéticas" así dice: Cansado y acaso sin ganas de retener fe/
siento llegar nubes espesas a mis ojos… tono rastreable en varios poemas como
por ejemplo: Yo no debí despreciar tus cantos frente al espejo (p.17) sólo
corro mi memoria ayudado por este lapicero negro (P.22) aunque también
apuntamos la alusión al paisaje citadino en algunos versos: Caminaba por calles asteriscas/
reconfortante lluvia de Lima/ El corazón avizora desde un balcón limeño.
Mundo Arcano su segundo libro nos regala otro tono, otro registro publicado
inicialmente bajo el sello de contracultura ediciones el 2002. Aquí tenemos a
un poeta que recrea con mejor pulso sus poemas que metaforizan espacios de
lectura emblemática como el desierto: “la
línea erosiona y dice a la vez/ solo es un forma entre el calor/ nada es real,
todo es imagen de tu mente alborotada (p. 29) se aprovecha esta referencia
para tematizar el tiempo, la acción del hombre: “Se ha sabido que para amar no se necesita una voz/ sino un invicto
corazón que sepa escuchar el rumor del universo (p.41) hay una mirada más amplia para hablar
del mar, del desierto, del tiempo, las calles de la ciudad. Paolo de Lima va
afirmando su voz, a pesar de que por momentos
abusa de la anaforización: Escribir
inteligentemente un poema sobre la ciudad/ Escribir rabioso un poema sobre la
ciudad.. etc) (p. 67) que resulta un recurso interesante pero a veces te
lleva a la simpleza del enunciado:
Escucha el silencio del poema/ Escucha en silencio el poema (p.80). Pero será
en el texto: Silenciosa algarabía donde
Paolo de Lima se muestra con mayor destreza para poetizar. Un texto que muestra un nuevo registro quizás un pulso maduro que ha logrado de Lima después de sus dos libros iniciales asi dice: desde el lomo de las ballenas que al caer se fragmentan/ en los
archipiélagos inundándose en el límite de los campos/ y en el límite de lo ríos
con sus muros grandes. (P. 97) poemas que giran en torno a las eternas preguntas
que te provoca el silencio. Versos que se muestran sin tapujos con la fuerza
natural para decir lo que se desea expresar. Conversacional por momentos, críptico
la mayor parte de veces. Paolo de Lima van mostrando sus poemas como un
testimonio de su búsqueda poética que ya ha logrado en su último libro así como en sus inéditos. Paolo nos muestra sus trabajo para iniciar el ejercicio crítico de la poesía de los años noventa, de los más ruidosos poetas que dió Neón. Ahí está su libro como un registro de una
época, un trabajo "fluctuante "de un poeta y su aprendizaje. Un libro que espera lectores que sopesen la validez de la obra de este poeta de los años noventa.
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