jueves, julio 09, 2009

ENRIQUE CONGRAINS EL NIÑO JUNTO AL CIELO


Llegar a Lima como provinciano e invadir la bulliciosa ex Ciudad de los Reyes era toparse con el asombro de miles y miles de personas, carros, basura y desorden. Pero lo más peligroso era toparse con el “vivo”, con el “sapazo”, con el “criollaso” que al verte como un asustado migrante te asestaba la brutal mirada del miedo. Y zas, la vida en la capital te parecía brutal. Infernal. Es que eras el niño de junto al cielo. La bestia con un millón de cabezas ha crecido hoy y ya tiene 9 millones de cabezas. Ya vez, hasta Pedro hoy se llama Rómulo, y ya no quita diez soles sino, millones y millones. Lima está cada día peor Esteban te cuento que los leones se han convertido en ratas inmundas, putrefactas etc., etc. Los tranvías ya no existen. Ahora hay un tren eléctrico que no corre simplemente como dice mi hijo, papá no corre. Alzas tu dedo Esteban y me dices desde el cerro donde han sembrado una cruz que me calle… mejor así un minuto de silencio por Enrique Congrains. Pero Esteban, tu eres fuerte solo mantén la calma Tarma te espera. Esteban me dejas antes de partir sobre la mesa los libros de este olvidado autor: Lima hora cero (1954) Kikuyo (1955) No una , sino muchas muertes (1958). Antes que te vayas de vuelta a la tierra Esteban te cuento que me enteré que Enrique tu creador vivía muchos años fuera del país exactamente en Bolivia, recuerdo sus libros editados bajo el sello de ECOMA, sus colecciones del cuento ruso, francés, norteamericano, brasileño, hispanoamericano. Sabes Esteban, tu creador formó parte de la generación del 50. Hoy me cuentas esta fatal noticia. Esteban te cuento antes que te dirijas a la agencia que me enteré que después de un buen tiempo sin publicar Enrique trajo en su última visita a Lima el 2007 los siguientes libros que espero conseguir para leerlos: Gallinita portahuevos, 999 palabras para el planeta tierra, El narrador de historias. Hasta siempre Enrique el niño de junto al cielo

1 comentario:

Anónimo dijo...

no me interesa , ...........................................................................................................................